Para los analistas que buscan patrones en el mercado, la relación entre el oro y Bitcoin es una de las más fascinantes. La historia ha demostrado que estos dos activos, aunque muy diferentes, siguen un baile coreografiado: el oro sube primero, y unos 100 días después, Bitcoin comienza a superarlo considerablemente.

Este patrón se ha repetido en múltiples períodos macroeconómicos, y la lógica detrás de él es clara. El oro, el activo de refugio seguro tradicional por excelencia, suele ser la primera opción para los inversores cuando la incertidumbre económica aumenta. El capital se mueve hacia el metal precioso en busca de estabilidad.

El relevo de Bitcoin

Una vez que las condiciones de liquidez se relajan y el sentimiento del mercado mejora, Bitcoin se beneficia de esta "corriente". El capital que ha estado refugiado en el oro comienza a buscar activos con mayor potencial de crecimiento, y Bitcoin, con su naturaleza de activo digital escaso, se convierte en la opción ideal.

El mensaje que este patrón envía a los inversores es simple: observe el oro para detectar el primer movimiento de refugio seguro. Es el "indicador líder". Luego, espere pacientemente a que Bitcoin tome la posta y se adelante rápidamente. Es un recordatorio de que las narrativas del mercado pueden cambiar, pero los flujos de capital a menudo siguen un ritmo predecible.